Siempre me quejo del lugar donde vivo, ¿para que voy a mentir?
Un pueblo, con gente de pueblo y cosas de pueblo… Si, ya se que hay pueblos muy bonicos, con pocos habitantes, pero cada uno mejor persona que el otro, y con muchas cosas por las que, visitándolo en vacaciones, te quedarías a vivir en ellos.
Pero mi pueblo no. Mi pueblo es ese en el que ningún estudiante de medicina quiere hacer la residencia, en el que a los opositores de educación les dicen: “Será fácil encontrar plaza en Yecla, allí no quiere ir nadie”, en el que muchos trasladados tienen claro que será sólo por un tiempo, pues nunca se quedarán a vivir allí, en el que los estudiantes están deseando entrar a la universidad para largarse y no volver jamás…
Si, marchaos cerca o lejos, estudiad mucho, buscad vuestro trabajo ideal en esa misma ciudad donde aterrizasteis con 18 años para crear vuestra carrera profesional… Pero a la hora de la verdad sabéis que vais a volver.
Vuelves a ver a tus padres, vuelves a disfrutar tus fiestas favoritas, vuelves a casa por navidad… y, seguramente, vuelvas cuando tengas que amueblar tu casa.
Para ejemplo el mío. Yo siempre me quejo, pero aquí estoy. Y seguro que alguna vez me has oído presumir del lugar donde nací, crecí y donde pago mi hipoteca. ¿Qué se le va a hacer? Tengo síndrome de Estocolmo.
Es que al final, siempre acabas presumiendo de raíces, te pones a la defensiva si alguien de fuera habla mal de tu pueblo y sacas a relucir tus mejores vocablos, esos que hacen especial tu acento y tu manera de ser y de ver las cosas.
Las gentes de Yecla somos muy trabajadoras. Vivimos de una industria que ha crecido junto a nuestros padres y estamos luchando por seguir adelante con ella, a pesar de la crisis inmobiliaria. Bebemos buen vino y tenemos los mejores manjares de toda la zona. Zona que se puede disfrutar hasta el último rincón, ya verás…
Las gentes de Yecla vivimos en el extranjero, somos únicos y convivimos cada día con estas principales características:
* Plantamos hace años nuestro campamento en tierra de nadie, pero estamos cerca de todo:
Vamos en coche al cine, a la playa, a centros comerciales, a la estación de tren… Vamos, como en cualquier capital.
Lo bueno es que tardamos 5 minutos en llegar a nuestro puesto de trabajo. Lo malo son esas jornadas largas, de horas extras y mañanas de sábado en la fábrica.
Quizás por eso solo necesitamos salir de trabajar, o tener un día de fiesta, para que nos entren las ganas de coger el coche y movilizarnos. Por muy lejos que vayas, siempre te encontrarás con un yeclano.
* Siempre estamos de fiesta, es cierto. Celebramos fiestas en todas las estaciones del año.
Celebramos todos los santos y los que no existen, nos los inventamos:
– Sacamos a los animales a pasear por San Antón,
– San Blas nos guarda la garganta degustando pan bendito,
– San Isidro es el más divertido, siempre nos trae vino y color a nuestras calles.
– Si sacamos a pasear a San Roque reparte agua cebada y limón granizado para todos sus fieles.
– Celebramos los Carnavales y la Semana Santa con pasión y mucha dedicación.
– Hasta rendimos homenaje a nuestra patrona en Diciembre, da igual el frío.
– Y tenemos una semana de feria con actividades para todas las edades: conciertos, deportes, puestos callejeros, excursiones guiadas por el casco histórico y por las ruinas que vamos descubriendo de nuestros antepasados.
* No solo es la ciudad del mueble, tenemos vino y mucho más:
Si te suena Yecla porque algún familiar tuyo vino aquí a comprar los muebles del salón de casa. Tienes que saber que además, preparamos buena comida en restaurantes y bares de calidad. Gachasmigas, pelotas de relleno, gazpacho manchego, libricos, sequillos y mantecaos… Todo para chuparse los dedos.
Tenemos calles tranquilas donde poder hacer tus compras relajadamente. Nada de centros masificados, eso a nosotros no nos va.
Aquí se puede asistir a conciertos de todo tipo, a veces, hasta dedicamos una semana entera a un estilo: flamenco, jazz, folk…
Teatro, alegría, buen tiempo, poca lluvia y parajes naturales con historias mágicas. Pinturas rupestres y restos arqueológicos que hacen las delicias de los historiadores y de Iker Jiménez.
* Por todo esto y lo que se me olvida, caes en la cuenta de que para conocer toda la ciudad y alrededores necesitas más de un día…
Si no te lo crees, no te lo pienses, REdescure Yecla!
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¿Te vienes?
Las fotos del encabezado son obra de mi cuñada Mónica, puedes seguir su obra, junto a mi hermano en facebook: Pair Light y en el Flickr de cada uno: Abel, Mónica.